Algunas veces pienso en Michael Owen. Es una especie de experimento mental sobre la unión de Owen al Manchester United en el 2009 a los 29 años en un contrato de 2 años y jugando muy poco. Mientras que la mayoría esperaba que encontrara un nuevo club en 2011 después de empezar en solo seis partidos de la Liga Premier en dos temporadas, él firmó una extensión de un año y esta fue su explicación:
“No voy a bajar de liga y si quisiera ir a otro equipo peor de la Liga Premier… no lo sé. Sí, podría anotar goles, pero probablemente tendría menos oportunidades y estaría menos feliz. Prefiero jugar y entrenar con los mejores jugadores, en vez de jugar cada minuto de cada juego, tocar la pelota tres o cuatro veces y no disfrutar nada.”
¿Esto tiene sentido o es completamente estúpido?
Sí, Owen es un caso especial porque estuvo en su mejor momento a los 18-20 años (y una lesión en la ACL del 2005 prácticamente marcó el final de su carrera a los 25 años), ¿pero preferir entrenar con los mejores en vez de jugar en los partidos es la marca de un jugador experimentado o la marca de alguien que ya está aburrido?
Juguemos este juego con André Gomes del Barcelona. Todos le dicen a Gomes que debería irse después de mostrar en un año y medio en el Camp Nou cómo se vería el reemplazo de Andrés Iniesta si estuviera creado de cajas de cartón, ¿pero debería irse en realidad? Solo piensa en la sesión de entrenamiento que tiene. Mejor aún, mira la última. Aquí está Lionel Messi con Ivan Rakitic antes del partido del Barca el jueves en la Copa del Rey.
Guau. Tal vez eso explica lo que le sucedió a Gomes después de unirse al Barca del Valencia, solo era un joven adulto lanzado al campo de entrenamiento de Ciudad Deportiva, desolado y destruido por salvajes como Messi.
¡Sal de ahí, André Gomes, los fanáticos del Tottenham están listos para ti!
Andre Gomes can fuck off. Let another club save his career
— TottenhamTalk (@tottenhamtalk1) January 6, 2018