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Estados Unidos vuelve a cruzarse en el horizonte de México. Un amistoso y las semifinales del Final Four de la Concacaf aparecen en el calendario de un Tri que tiene sed de revancha ante el USMNT y podrían marcar el futuro de Diego Cocca como su entrenador.

Sí, Diego Cocca apenas lleva dos partidos al mando de la Selección Mexicana, pero el ambiente no está para bollos y un tropiezo ante las Barras y las Estrellas podría sentenciar su ciclo de manera anticipada.

Históricamente, el Estadio Azteca ha sido un infierno para las selecciones que la visitan. De un tiempo a esta parte, sin embargo, también se ha convertido en territorio hostil para los propios jugadores de la Selección Mexicana.

Poco a poco, incluso, se impone el discurso de que el Azteca no genera miedo en los rivales, pero sí muchísima presión entre los futbolistas del Tri. Hay una negatividad que flota en el aire, que ha sido apuntada por varios referentes del combinado nacional y que quedó de manifiesto más que nunca en el pobre empate 2-2 conseguido ante Jamaica.

Cambia, todo cambia. Diego Cocca dirigirá ante Jamaica su primer partido al mando de la Selección Mexicana en el Estadio Azteca y lo hará con un 11 completamente diferente al que alineó en la victoria 2-0 sobre Surinam, ocurrida el jueves pasado. 

El equipo que saltará al campo está básicamente compuesto por los jugadores que no viajaron a Sudamérica, con excepción de Raúl Jiménez, quien se quedará en el banco de suplentes.

El objetivo era ganar y Diego Cocca logró hacerlo en su debut como entrenador de la Selección Mexicana.

Se aplaude.

Sin embargo, el 2-0 sobre Surinam dejó también varias dudas en torno al funcionamiento colectivo e individual del Tri. Si bien se entiende que Cocca necesitará tiempo para imbuir sus ideas en el equipo, uno espera que esos conceptos se digieran rápido para no tener que sufrir con rivales de mayor peso en el concierto internacional.

Diego Cocca debutó con sonrisas al mando de la Selección Mexicana. El Tri sorteó con éxito su excursión a Surinam por la Liga de Naciones de la Concacaf e inició su regreso a casa con un saludable triunfo por 2-0 en las maletas.

Sin embargo, y no por ser aguafiestas, las formas dejaron una que otra duda. México sufrió con varios problemas de funcionamiento colectivo y también con una serie de errores individuales, coronados por un penal desperdiciado, ni más ni menos, por el delantero del momento, Santiago Giménez.

México se alista para enfrentar a Surinam por la Nations League en su primer partido oficial luego del fracaso que supuso el Mundial de 2022. La idea, obviamente, es borrar el mal sabor que dejó el paso del Tri por Catar, así como empezar con el pie derecho el proceso de Diego Cocca al mando del equipo.

Pero no es lo único. La Selección Mexicana también busca acabar con un maleficio que la persigue desde 2002.