Gerardo Martino vivió uno de los procesos más agobiantes en la historia reciente de un técnico de la selección mexicana.
La lista de jugadores para sus convocatorias, los vetos a estrellas como Chicharito Hernández y su pobre papel en el Mundial de Catar — el peor de México en 40 años — finalmente terminaron por sentenciar su frustrante etapa al frente del Tri.
Después de su fracaso y de que se oficializara su salida como técnico, Martino mantuvo un perfil bajo por semanas. Sin embargo, este miércoles rompió el silencio y en entrevista con la cadena Deporte Total de Paraguay se refirió a su experiencia al mando de México, sacando uno que otro trapito al sol.
Dentro de esas declaraciones, una de las que más ha resonado en el medio nacional es aquella en que el Tata acusa a la selección de llevar un pobre balance entre el fútbol y el negocio, apuntando directamente a este último aspecto como algo que limita las oportunidades de crecimiento para los jóvenes y el trabajo en divisiones menores.
Gerardo Martino y el negocio de México
Si bien la etapa del argentino como técnico de México siempre será recordada por el rotundo fracaso mundialista, no hay que olvidar que el tipo llegó a la silla del Tri con pretensiones ciertamente positivas y con mente de cambiar la cultura en la que se trabaja en el día a día para trascender y lograr los objetivos puestos a largo plazo.
Pero como ya es de conocimiento público, Martino se estancó y se transformó en otro técnico derrotado y resignado ante las malas costumbres de los directivos a cargo de la selección nacional y su desbordada obsesión con las ganancias y el negocio: dos cosas que el mismo Tata calificó como un serio problema en el desarrollo del Tri.
"En México se nota demasiado el negocio", afirmó Martino en la entrevista. El entrenador aclaró que no está contra el negocio, "porque del negocio cobramos y vivimos", pero admitió que hay formas y formas. Que debe haber un balance.
"A mí me gusta algo más equitativo, que yo tenga la capacidad siendo una persona que lo único que me interesa es el fútbol, la capacidad de aceptar el negocio que desconozco y no sé para dónde va, pero entiendo que se necesita para que siga creciendo, pero con un equilibrio, para no dejar de lado la parte futbolística, el crecimiento de los chicos, el trabajo de divisiones menores", indicó
"Que el fútbol también tenga un plan, no sea solamente para lucrar, ganar dinero, que el negocio florezca. Que no dejen morir la parte del fútbol que un día se va a morir el negocio", sentenció.