América enfrentó a Puebla en el inicio del Clausura 2022 y le bastaron apenas diez segundos para anotar un increíble récord en sus libros. Sin embargo, el momento histórico no fue suficiente para derrotar al equipo camotero, en un partido que volvió a frustrar a sus aficionados y que terminó con su técnico, Santiago Solari, expulsado por una inexplicable e histérica rabieta.
Gol más rápido del América
El momento de alegría de Las Águilas vino apenas empezó el partido. Luego del pitazo inicial, América movió hacia atrás y Jordan Silva metió un balón largo que el poblano Emanuel Gularte no pudo rechazar. El fallo quedó en los pies de Salvador Reyes, un ex Puebla, y quien medio mordido definió ante un Antony Silva que mucho no pudo hacer.
La secuencia tomó apenas diez segundos y se transformó en el gol más rápido en la historia del club.
Sweet.
Escarbando datos, vale la pena también decir que si bien es el gol más rápido en la historia del América, no es el más rápido en la historia de la Liga MX. El de Reyes queda un puesto detrás del que convirtió Rafael Chávez, a los nueve segundos, en un duelo entre Chivas y la UAG de la temporada 1989-90.
Pataleta de Solari y declive del América
Brevemente, la tempranera conquista sirvió para templar los nervios y calmar las críticas hacia Solari y el plantel. No obstante, pasada la media hora, el mismo Solari se puso piedras en el camino al ser expulsado por una pataleta que no tiene sentido lógico.
El desmadre ocurrió después de un enredo de piernas en el mediocampo que el silbante Óscar Mejía sancionó con tarjeta amarilla para el americanista Roger Martínez por falta sobre Maxi Araujo. La verdad, una acción normal dentro de un partido de fútbol. Irrelevante, incluso. Pero por alguna extraña razón Solari perdió la cabeza y se metió al campo para reclamarle a Mejía. Este lo vio venir y ni parpadeó al momento de sacarle una merecida y justificada roja por su violenta invasión al campo.
El horizonte del equipo capitalino se pondría aún más gris un par de minutos después.
En un balón más o menos dividido, Roger Martínez terminó dándole un pisotón a uno de los defensas rivales. Y como ya tenía una amarilla debió irse a las regaderas temprano, por doble amonestación.
Y como algo malo siempre puede ser peor, la jornada del América recibiría un nuevo golpe antes del final de la primera mitad: Maxi Araujo aprovechó un forado de tamaño cósmico en la banda derecha de la zaga azulcrema y batió con frialdad la resistencia de Memo Ochoa.
En el complemento, el América intentó como pudo arreglárselas con un elemento menos e incluso se creó un par de ocasiones para desequilibrar. Puebla, por su lado, se relajó mucho después de la igualdad y no le puso mucha gana a la búsqueda del gol del triunfo.
Pronto quedó claro que el 1-1 no cambiaría.
