Jogo bonito, pero sobre todo mucha paciencia. Esa fue la receta que necesitó Brasil para vencer 2-0 a Serbia en su debut en el Mundial de Catar.
La llave para desbloquear el cerco defensivo de los europeos fue el delantero del Tottenham, Richarlison, quien anotó ambas conquistas.
Una de ellas fue un auténtico golazo.
Gol de tijera de Richarlison
En la primera etapa, Serbia apretó los espacios y con una línea de cinco atrás le hizo la vida imposible al ataque brasileño.
Pese al celo en la marca, el equipo de Tite igual se las arregló para tener un par de chances. Sin embargo, ni Vinícius Jr. ni Raphinha estuvieron lo suficientemente finos en la definición. Neymar, por otra parte, estaba siendo molido a patadas.
Tras el descanso, Brasil repitió el libreto: control de balón, recuperación rápida en caso de pérdida y búsqueda de grietas para causar daño en la defensa rival. Y eventualmente encontró su premio.
Luego de un remate de Vinícius, el arquero serbio Vanja Milinković-Savić dejó el balón botando y Richarlison reaccionó más rápido que todos para abrir la cuenta.
¡SE ROMPIÓ EL CERO!
Todo gracias a @richarlison97, estalla el Estadio Lusail.#BRA 1-0 #SRB #MundialTelemundo #ElMundialLoEsTodo #BRAvsSRB pic.twitter.com/V72u955Kcm— Telemundo Deportes (@TelemundoSports) November 24, 2022
Una vez abiertas las compuertas, no pasaría mucho tiempo para que Brasil encontrara una nueva oportunidad para aumentar el marcador. Otra vez en los pies de Richarlison.
La Paloma controló un centro de Vinícius con su pierna izquierda y en una contorsión magnífica – media vuelta incluida – resolvió la jugada con un golpe de tijera con su pie derecho.
Atleticismo puro para un gol que hasta ahora es el mejor del torneo.
Serbia nunca puso en peligro a Brasil y con dos goles en contra tampoco tuvo combustible para reaccionar desde lo emocional.
El 2-0 fue un buen inicio para un equipo que es favorito a obtener el título, pero no todo fue perfecto. Neymar debió ser reemplazado en el minuto 80 con un tobillo completamente hinchado. El "10" de la verdeamarelha recibió nueve faltas durante el partido y se convirtió en el jugador más golpeado del torneo. Lo peor es que las patadas le sacaron un par de lágrimas y ahora habrá que evaluarlo para saber si estará disponible para el próximo duelo de Brasil ante Suiza, el lunes 28 de noviembre.