El panorama era sombrío. La visita a New England Revolution, la semana pasada, había sido devastadora para Pumas. Una derrota por 3-0 en suelo estadounidense los tenía con un pie y medio fuera de la Liga de Campeones de la Concacaf. Sin embargo, su técnico, Andrés Lillini, se tenía fe. "Nunca nos tienen fe, pero saldremos adelante", dijo.
Y vaya que tenía razón. En un Olímpico Universitario sediento de milagros, los de la UNAM produjeron una remontada épica, una más en su historia, que los hizo igualar la serie y obligar a una definición a penales, antes de por fin celebrar su paso a las semifinales del torneo.
Remontada de Pumas vs New England Revolution
Pumas no salió en misión kamikaze, porque un gol de New England Revolution -por criterio de gol de visita- los obligaba a hacer cinco para poder clasificar. Sin embargo, todo le fue saliendo en los momentos precisos.
Primero cortó los circuitos de los Revs, convirtiendo a Gustavo Bou y a Adam Buksa en dos almas vagabundas. Luego, el equipo se apoderó del balón y finalmente comenzaron a fabricarse las oportunidades de gol. Y a los 33', cayó el primero: un rodillazo de Juan Ignacio Dinenno en plena área chica del equipo estadounidense.
La apertura de la cuenta abrió el apetito y dio el impulso para la hazaña. Si bien la UNAM no volvería a anotar en la primera parte, apenas comenzó el complemento, Dinenno volvió a hacer gala de su olfato goleador y adelantándose a Omar González con una barrida marcó el segundo.
A Pumas le faltaba apenas un tanto para igualar en la serie y en el estadio no había dudas de que lo haría. Los Revs eran zombis en la cancha y el rostro de su técnico, Bruce Arena, era para enmarcar.
Ese 3-0, por cierto, no demoraría en llegar. Sebastián Saucedo aprovechó las múltiples dudas de la zaga rival y con un derechazo fulminante hizo estallar el corazón de los aficionados universitarios.
Quedaba tiempo y había energía suficiente como para matar la serie en los noventa minutos, pero justo en ese momento Lillini cometió un pequeño error, al tratar de meterle mano al equipo. En la búsqueda del cuarto gol mandó a Diogo de Oliveira y sacó del mediocampo a Omar Islas. Como consecuencia, Pumas perdió el control del balón y coincidentemente los Revs subieron su nivel, acercándose peligrosamente al arco defendido por Alfredo Talavera.
La tanda de penales
Los minutos pasaron y finalmente, con un 3-3 en el marcador global, la serie debió decidirse desde el manchón penal. Y ahí, Pumas fue mejor. Todos convirtieron con excepción de Efraín Velarde, mientras que del otro lado Tommy McNamara puso su tiro en las manos de Talavera y el seleccionado estadounidense Sebastian Lletget mandó el suyo arriba, en una misión estelar en busca de vida extraterrestre.
Terminado el encuentro, Andrés Lillini mostró su orgullo por lo conseguido por sus dirigidos. "Las remontadas son ellos, con ellos planifico los juegos", afirmó.
Pumas tiene una larga lista de remontadas en su historia, destacando en la última década una ante Tigres en la final del Apertura 2015 -que terminaron perdiendo en penales- y las semis del Guard1anes 2020, en la que con Lillini en la banca le dieron vuelta un 4-0 al Cruz Azul.
Curiosamente, La Máquina -que se deshizo de Montreal CF- será su rival en las semifinales de la Liga de Campeones de la Concacaf. Dichos partidos se jugarán el 5 de abril en Ciudad Universitaria y el 12 del mismo mes en el Estadio Azteca.
La otra llave de semifinales la protagonizarán New York City FC y el ganador de la serie entre Seattle Sounders y León que por ahora favorece a los estadounidenses con un global de 3-0. ¿Podrá La Fiera repetir la hazaña de Pumas? Bueno, en el fútbol todo es posible.